miércoles, 25 de abril de 2018

Matías, el pequeño ángel que lo intentó

Hoy os traigo una historia de #mamaenelcielo que me ha removido especialmente porque tiene tantas cosas en común conmigo... Su historia de pérdida comienza el 8 de Agosto de 2017 el mismo día que mi pequeña guerrera por fin se pudo venir a casa con nosotros. Además su ángel nació prematuro extremo y con problemas que tuvimos que vivir nosotros en la UCI con otros pequeños...muchos recuerdos asociados a su historia, mucho dolor y un mensaje que os quiere transmitir.
Alejandra cuenta su historia para ayudar a otras mamas como ella porque siente que, gracias a las historias, el camino está siendo algo menos duro, se siente comprendida; por eso, si tú también quieres contar tu historia puedes escribirme a miarcoirisguerrero@gmail.com o contactar conmigo a través de mi instagram o facebook y sin más, os dejo con su historia:


Recuerdo aquel 8 de Agosto como uno de los días más extraños de mi vida, fue el día que la vida me empezaba a demostrar que los mejores sueños se pueden volver pesadilla de repente.
Ese día me caí, después de haber pasado un buen día pintándome la tripita para papá que al día siguiente era su cumpleaños y quería hacer una felicitación graciosa y emotiva. Fue la primera caída de mi vida que yo recuerde y sentí que el mundo se me venía encima porque aunque realmente fue una caída tonta tuve el presentimiento de que algo pasaría. Me vi en el suelo, sola, las personas mirando... y sólo un señor mayor que pasaba tuvo la amabilidad de preguntarme si me ayudaba. Me levanté y llorando como una niña pequeña llamé a mi pareja y a mi madre para contarles lo que había pasado. Inmediatamente me mandaron a urgencias y nos fuimos mi marido y yo con mi barriga de 25 semanas. Nos aseguraron que todo estaba bien, me pusieron monitores por primera vez en mi vida y mi pequeño Matías estaba bien, ni rastro de contracciones, latidos perfectos... ojalá hubiese seguido todo así.
Llegamos de madrugada, 9 de Agosto día del cumpleaños de su papi y estábamos ilusionados y tranquilos, al fin y al cabo nos habían dicho que no era nada así que me puse a preparar una tarta para disfrutar al día siguiente los tres felices. Si me hubiesen dicho en ese momento que ese día mi vida iba a cambiar y que era la última noche que nos metíamos en la cama felices de tener a Matías con nosotros, os lo juro que no me lo creería.

A la mañana siguiente al despertar, sentí como un líquido salía de mí, me desperté corriendo y fui al baño y a despertar a su padre llorando que algo malo estaba pasando. Me arrodillé llorando, pidiéndole a Dios que por favor no le pasase nada a mi niño, no lo podía creer, me parecía todo una pesadilla y no entendía nada, ¿por qué? si me dijeron que el bebé estaba bien y que un golpe no podría romper su bolsa... Corriendo nos fuimos a urgencias nuevamente, desesperados... y yo veía a mi madre llorar y sentía que era grave porque ella siempre ha sido mi modelo de fortaleza. Entramos en el hospital ese mismo 9 de Agosto a las 9.30 de la mañana y no volví a salir hasta el 19 de Agosto pero sin él, sin mi bebé...
Cuando llegamos estaba en shock, no sabía la gravedad del asunto (después tampoco supe mucho porque tampoco me detallaban gran cosa), nadie me explico un por qué... me dijeron que tenía rotura de membranas prematura, que había perdido mucho líquido amniótico... me dijeron que iba a estar en cama, sin poder moverme, pero nadie me dijo que el pasto se iba a desencadenar en cualquier momento...

Durante 7 días pudimos aguantar, día a día era un sufrimiento, yo cada día estaba peor, ya no era sólo líquido sino también sangre... todos los días ir a monitores, la angustia, pinchazos... en fin... una pesadilla. Recuerdo el día que vinieron los pediatras a preguntarme qué hacer si Matías nacía con vida, si luchaban por su vida... que era un bebé demasiado prematuro... sin olvidar aquel ginecólogo que me dijo que mi niño pasase lo que pasase iba a morir... así de cruel fue, pero quién me diría que ese hombre tenía razón...
Yo lloraba aunque sabía que debía ser fuerte, le hablaba, le ponía sus canciones y le cantaba sus favoritas... mi familia le hablaba siempre en la barriguita, su padre no me dejó sola ni un momento, eramos tres, esta vez más que nunca, luchando codo con codo, haciendo fuerza, pidiéndole que aguantase, que por favor no naciese todavía... me dediqué a que mi niño me sintiese tranquila y fuerte... todos los días le decía lo mucho que le amábamos...Recuerdo que no podía dejar de tocarme la barriga aunque me regañaban las enfermeras porque provocaba contracciones pero yo no podía dejar de "protegerlo", ya sabéis...esa manía amorosa que tienen las embarazadas, de frotarse y abrazar la barriguita...
El miércoles 16 de Agosto a las 8.30 de la mañana, me bajaron a monitores... después de haber pasado la peor noche de mi vida, sin dormir, retorciéndome de dolor... llevaba desde el lunes por la noche con contracciones. Me habían puesto medicación para frenarlas, pero no pudimos pararlas... Tenía fiebre, me sentía débil, ya no podía más, solo quería llorar, sabía que ya algo pasaría, tenía mucho miedo, me dijeron que tenía CORIOAMNIONITIS y que mi vida ya empezaba a correr peligro... Recuerdo que quería ir al baño, que pedía por favor que me dejasen ir, sentía la necesidad de pujar, pensando que eran mis necesidades... y sí también quería escaparme de todas esas personas que me rodeaban, de las caras de desespero que tenían mi pareja y mi mamá... quería llorar una vez mas a solas con él... pero para sorpresa de todos, cuando vieron que quería ir desesperadamente al baño se dieron cuenta que Matías ya tenía casi sus nalguitas ahí y estaba pidiendo que lo sacaran.

Nació a las 10.30 de la mañana, fue lo primero que pregunté antes incluso de saber si estaba bien ya que me tuvieron que sedar.
Para que naciese me llevaron corriendo a quirófano, recuerdo a una matrona muy dulce y amable que me dijo que estuviese tranquila, que no me asustase con tanta gente... estaba nerviosa pero a la vez tenía una sensación de paz y tranquilidad... estaba orgullosa de él, de mí... sabía que había aguantado muchas horas (18 horas) de dolor solo por protegerlo pero que al final tenía que ser así. Sólo tuve que pujar 3 veces y cuando desperté había pasado todo. Hoy en día me pregunto por qué, por qué tuvieron que sedarme y privarme de ver el momento que mi pequeño ángel salía de mí. Eso es lo único que lamento de mi parto porque a pesar de todo lo malo, fue más rápido y fácil de lo que esperaba.
Al dar a luz quedé débil, muy débil, me subieron a planta, quise ir a verlo inmediatamente pero me levanté y un chorro de sangre salió de mí... me convencieron de dormir y así lo hice... me desperté triste, muy triste pero a la vez con una gran sensación de orgullo por él y ese amor que no cabía en mí, me llenaban de felicidad.
El momento de verlo por primera vez lo recuerdo algo borroso... pero sí recuerdo claramente que me temblaban las piernas, ahí en esa silla de ruedas, el momento en que me acercaba a verlo lo recuerdo como su fuese a cámara lenta, se me hizo eterno... al final de esa enorme sala, llena de bebés... estaba mi niño solito,con una luz ultraviolenta alumbrándolo. Me acerqué y lo primero que dije al verlo fue "ES MÍO" Sí, mío, mi niño, mi hijo, mi ángel...lloraba, reía, pero por dentro solo gritaba ¿por qué?¿ por qué la vida nos había puesto esa zancadilla?¿por qué me lo había arrebatado de mí? él tenía que estar dentro, no ahí, lleno de cables y tubos... le conté todos sus deditos, lo miraba asombrada, pesó 900g, era más grande y gordito de lo que todos esperábamos...
No sé si a alguna más os pasó pero yo quería salir corriendo de ese sitio, todo lo valiente que había sido y ahora me convertía en una mamá cobarde. No soportaba ver a mi niño así, cada sonido de esas maquinas me torturaba el alma, cada movimiento de él, ya no lo podía sentir sino que me hacía sufrir, verlo ahí solo... sin mí...
El peor día aún estaba por llegar... sin duda fue el día que me tuve que volver a casa sin él; quería morirme, sólo quería gritar y no podía parar de llorar, y entendí dos cosas ese día; una que nunca antes había entendido lo que era llorar de pena de verdad y dos que es cierto eso que "no sabes lo fuerte que eres hasta que la vida te obliga a serlo".  Mi familia me intentaba tranquilizar, me decía que decía que debía ser fuerte porque Matias necesitaba a su mamá bien pero yo dentro de mí sabía que Matías no vendría a casa y no conocería ese hogar que lo esperaba con tanto amor...llamadme pesimista o realista, o quizás me entenderéis porque sabéis que el corazón de una mamá nunca se equivoca... pero a medida que pasaban los días una angustia se apoderó de mí... hasta sueños que me anunciaban que mi niño se iba a ir... aunque eso no quita que hasta el último momento tuve esperanza de que algún milagro pasase...

El lunes 21 de agosto, llegamos su papá y yo a verlo y nos dieron la peor noticia que escucharé en mi vida: MATÍAS NO PUEDE VIVIR...Ese día nos dijeron que había tenido un derrame en la cabecita del grado más alto... que en cuestión de horas mi bebé se me iría... no entendía nada... a día de hoy sigo sin entenderlo...
El martes 22 de agosto sabía que me iba a despedir de él. Llegué a neonatos con mi mamá ya sin fuerzas, rota de dolor, pero con la esperanza que me dijesen que Matías estaba mejor... hay algo que tengo dentro de mí y me cuesta perdonármelo y es que quería haber pasado toda la noche con él, mirandolo, abrazandolo... pero mi familia quería tenerme en casa tranquila y realmente no tenía fuerzas de nada... pero no me lo perdono, me siento "mala mamá" por no haber pasado el último día de su vida con él, al ladito...
Me dijeron que Mati no estaba teniendo fuerzas... que en cuestión de horas se iría... sólo pedí que me dejaran tenerlo en brazos y tuve la "suerte" de poder despedirme de él, lo tuve en mis brazos antes que su corazón se apagase y os digo que no sé por qué, pero siento que él me estaba esperando para que nos pudiésemos despedir y darle un poquito de los miles de besos que yo tenía guardados para darle toda su vida... También su abuela, y su papá se despidieron de esa carita hermosa que tenía llenándola de besos entre lagrimas... nos regalo sus últimos suspiros, le canté todo lo que pude, le besé todo lo que pude y le pedí mil perdones... mientras lo tenía en brazos no quería romper en llanto, aunque mis lágrimas ya caían solas, quizás fue ese momento íntimo de los dos, esos besos, sentir su cuerpecito y su alma ahí tan cerquita mío que me decían que tenía que ser fuerte, que él siempre iba a estar conmigo... Matías apagó su corazoncito después de dos horas y unos minutos más conmigo, y os digo de verdad que siento que fueron sólo 10 minutos. Se me hizo demasiado corto ese tiempo con mi niño en brazos y aún sin vida ya, yo no quería soltarlo... pero me tocó despedirme para siempre de su cuerpecito y salir de esa sala con el alma rota... todas las enfermeras fueron muy amables conmigo, su pediatra me preparó una sala para tener intimidad con él... Me dijeron que podía quedarme el tiempo que quisiera, que podía sacarle fotos, que podría entrar todos los familiares que quisieramos... aunque yo solo quise a mi lado a su papá y a su abuela.

Os cuento mi historia porque a mí lo único que me ha ayudado es leer historias de mamas que al igual que yo somos unas valientes y guerreras, que tuvimos unos ángeles en nuestro vientre y su luz nos guiará por siempre...mi niño ne enseñó muchas cosas, quién me diría que sería él... y una de ellas es a valorar más la vida y el tiempo que tenemos para ser felices aquí en la tierra porque aunque sintamos un vacío enorme y una pena que sólo nos ayudará a disiparla el tiempo, hay que seguir luchando y viviendo en honor a ellos porque estoy segura que desde el cielo no quieren vernos tristes.
Hoy después de 6 meses y medio, os juro que me duele más, no sé como dejar de sentirme vacía y de quitarme y de quitarme este miedo... que puede volver a pasarme algo malo, y hasta peor...esta vez me salvé, pero nadie puede asegurarme que todo va a salirme bien, nadie puede hacer que recupere la inocencia... pero me toca seguir luchando día a día, por él, por su papá, por mí... y porque me merezco sonreir...
No quiero terminar este relato sin agradecer este espacio que me ha permitido desahogarme y contar mi historia y agradecer a todas las mamas que me han leído y que me han regalado su cariño. Un abrazo con todo mi cariño a todas y a las que esperan a sus bebes acroíris, a las que ya lo tienen en brazos...
Y a ti pequeño, sólo me queda decirte que mamá y papá te amaran por siempre, gracias por elegirme para que fuese tu mamá, sé que estás bien allá en el cielo y mientras tanto aquí en la tierra siempre serás la historia más bonita que yo tendré que contar.
Por siempre Matías
16-08-2017/22-0802017


Agradecer nuevamente a Alejandra por contar su historia, que para mí ha sido dura de escribir pero liberadora.
Recuerdo que si quieres utilizar este espacio para escribir tu historia solo tienes que escribirme a miarcoirisguerrero@gmail.com


sábado, 21 de abril de 2018

El milagro del capitán

Me gusta que mi blog sea un espacio donde poder contar y expresar cosas interesantes y que puedan ayudar a otras personas bien sea con las experiencias que cuentan de mamas en el cielo, con las distintas entrevistas que he ido realizando  o con mi propia historia personal de mi pequeña prematura extrema (que podéis seguir su día a día en mi cuenta de instagram @mi_arcoiris_guerrero); por eso me gusta mucho la entrevista que os traigo hoy de la mano de Ana a la que conocí gracias a su intagram de casualidad y me pareció muy interesante su historia y su fortaleza sobre todo emocional ya que como yo, se ha tenido que enfrentar a la infertilidad y luchar por el sueño de ser madre. Finalmente ha conseguido un embarazo de forma natural, su pequeño Rafael nacerá en Mayo para llenarles de alegría en este año tan gris que les ha tocado vivir y para compensarles el sufrimiento, llanto y noches en vela que les trajeron los test negativos durante tantos años.

Desde Enero de 2013 mi marido y yo estábamos buscando bebé. Después de muchas pruebas, intervenciones, y dos inseminaciones fallidas, lo hemos conseguido de forma natural. Lo nuestro es un milagro concedido por el capitán de mi vida: mi padre. Falleció el 12 de Septiembre de 2017 de un tumor cerebral a sus 59 años y que nos mantuvo en el infierno durante 15 meses. 8 días después de fallecer, en el día de su cumpleaños tuve mi positivos sin esperarlo para nada. Era tan generoso que el regalo me lo dio él a mi. No está siendo fácil, pero sé que mi ángel me lo envió, y tengo que luchar por continuar. Mi capitán de mi alma, te amo con locura.

Muchas gracias Ana por permitirnos entrevistarte para el blog, y felicidades por tu embarazo, ¿de cuántas semanas estas ya?

Gracias a ti por concederme este espacio donde contar mi historia. Estoy de 36+1 de mi pequeño Rafael. Ya se va acercando el momento y no me lo creo ni yo.

Has visto muchos test negativos en estos años, en esta ocasión, ¿cómo te enteraste que estabas embarazada?

Bueno, fue un poco complejo. Mi padre estaba en sus últimos días de vida después de 15 meses luchado con un tumor cerebral que lo dejó en cama a sus 59 años, y yo estaba centrada en su medicación, controlando sus últimos síntomas y bastante echa polvo anímicamente; la regla no aparecía pero lo relacioné con el estrés que estaba viviendo (me había pasado más veces). Mi padre falleció un 12 de Septiembre y a la semana o así empecé a encontrarme mal del estómago, pero claro, con tantos días entre cuidados, velatorio, entierro... había comido fatal y lo relacioné con eso. El día 20 de septiembre, cumpleaños de mi padre, estaba durmiendo la siesta con mi chico y tuve un flash que me llevó a la farmacia sin decirle nada a descartar un embarazo (tengo que decir que ya odiaba hacerme test de embarazo porque ya había perdido la cuenta de cuantos me había hecho y todos negativos y cada negativo era un mazazo para mí), así que sólo se lo dije a mi madre. Me lo hice super rápido, sin esperanza ninguna y lo dejé al lado de la urna con las cenizas de mi padre y su foto y me fui a observarlo de lejos (me faltaba taparme los ojos), y desde el primer segundo sabía que estaba dando positivo porque jamás había visto una segunda línea marcada y ahí estaba, desde el principio, y no se iba, y pasaba el tiempo y ahí seguía. Ya sólo recuerdo la foto de mi padre que me miraba sonriendo en el día de su cumpleaños y a mi madre llorando... todavía se me ponen los pelos de punta al recordarlo...

Después de ese momento de alegría, ¿cómo se lo contaste a tu pareja?¿y al resto de la familia?

Pues fue todo muy rápido e impulsivo. Mi pareja seguía durmiendo la siesta cuando yo abrí la puerta y dejé el test en la cama. Mi intención era irme y dejarlo allí pero él se despertó, cogió el aparato lo miró y se le pusieron los ojos como platos y no paraba de preguntarme "¿estás embarazada?¿estás embarazada?" yo lloraba y lloraba no podía ni contestarle y él se abrazaba a mi barriga y me la acariciaba. Así fue como él se enteró, no tenía tampoco muchos ánimos para prepararle algo especial, mi padre había fallecido una semana antes y yo estaba destrozada, no sabía si estaba contenta, triste... no sabía ni que sentía...

¿Cuánto tiempo llevabais buscando embarazo? 

En Diciembre de 2012 hablamos y decidimos empezar con el nuevo año sin anticonceptivos y buscar bebé (lo típico que dices: que venga cuando tenga que venir). Y así hicimos. Asi que... hasta mi positivo en 2017 pasaron 5 años de búsqueda.

Muchos años de negativos y de intentos...¿cuándo os enterasteis que de forma natural no podríais tener hijos?¿qué diagnostico os dieron?

Bueno nos dimos cuenta cuando pasamos del "que venga cuando tengan que venir" a buscarlo intencionadamente, de manera que poníamos en marcha trucos como planificar los días de relaciones, diferentes posturas que decían que ayudaban... y vimos que a los dos años o así no hubo ni un sólo resultado positivo. Entre pruebas, derivaciones y demás fue en 2015 cuando nos dijeron que yo tenía un útero septo y que tendría que someterme a una intervención; y que é necesitaría mucha ayuda pues estaba muy justito en morfología. Me operé y él empezó a tomar unas vitaminas para ayudar a la calidad y cantidad del esperma y en ese tiempo de espera tampoco lo conseguimos así que empezaron a hablarnos de la infertilidad de origen desconocido.


¿Cómo os sentisteis en ese momento?

Tengo que reconocer que él se lo tomó peor que yo... de todas formas tengo que decir que aunque he tenido muchos momentos malos y he pasado mucho miedo, no llegamos tampoco a pasarlo tan mal como muchas de las parejas que hemos conocido en el camino. Más bien han sido épocas: mejores y peores. Te preguntas por qué a ti, porque tienes que estar delante de un médico o en una sala blanca y fría para engendrar a tu hijo cuando es tan fácil para la mayoría de las personas... y además pueden recordar ese momento como algo íntimo y lleno de amor. Pero he tenido la suerte de que él hizo un trabajo psicológico estupendo con el mismo primero y conmigo después y consiguió que pudiera imaginarme mi vida feliz y sin hijos...aunque no quiero decir que lo hubiese aceptado, mas bien asumido...

¿Qué técnicas empleasteis para intentar embarazo?¿cómo recuerdas ese proceso?

Hicimos dos inseminaciones artificiales (IA). Una en junio y otra en julio, descansamos en agosto y en septiembre deberíamos haber empezado la tercera (eran 4) y fue cuando me enteré de que mi hijo ya estaba en camino.
El proceso lo recuerdo muy frío y doloroso...estar medicándote y acudiendo al hospital día sí y día también. Me hacían las inseminaciones en una sala muy pequeña y sola (no dejaban entrar a mi pareja), y encima tenía la mente también con mi padre y acudir al hospital y mi tratamiento (están a 200 km de distancia). Las betaesperas eran muy angustiosas y los negativos eran bastante más duros que los anteriores. Pero llegamos a un punto en el que nos planteamos la posibilidad de que nunca llegara y empezamos también a trabajarlo juntos, así que me encontraba al final con fuerzas y preparada para recibir dos negativos más.

¿Cuánto tiempo estuvisteis en el proceso? Cuéntame un poco como fue

Empezamos con la primera prueba en marzo de 2016 porque como sabes en la seguridad social todo va muy lento, aunque acudí a mi ginecólogo en 2015 para que me ayudara. Primero empezamos con fortalecimiento de óvulos, relaciones programadas...y ya luego vinieron las resonancias, la histerosalpingografías, las ecografías, las analíticas...(en principio todas eran para mí, cosa que también me hizo sentir bastante culpable), y por último la cirugía. Ya cuando terminaron conmigo empezadon con las pruebas de él, que nos puso en peor situación. Las palabras del médico fueron: "se junta el hambre con las ganas de comer". Estuvimos en lista de espera unos 6 meses para IA primero, me llegó la carta de la  primera cita justo cuando mi padre recayó en la enfermedad, así que no supe si era una buena o mala noticia... dude en someterme al tratamiento pero, pensé que habría querido mi padre para mí, él siempre fue un hombre muy luchador que trabajó muy duro para conseguir lo que quería, y yo no podría actuar de otra manera y tenía que hacer honor a los valores que él me transmitió. Pero... me sentía culpable por buscar una vida cuando la suya se iba...egoísta... no sé bien como explicarlo... y así acudimos a nuestra primera IA, todo perfecto, dos folículos bastante grandes y el esperma sorprendentemente estaba por encima de la media en todo, tenía muchísimas esperanzas... pero nada. La segunda ya no fue tan bien, sólo había un folículo maduro y no tan maduro, y también con días de fiesta de por medio por lo que tuve que ponerme una medicación para parar la ovulacón y otra para reiniciarla... así que aquí ya perdí la esperanza y la dejé para la tercera que nunca llegó...

Y sin embargo, al final de todo conseguisteis un embarazo de forma natural, ¿cómo ha sido posible?¿qué explicación os han dado?

Pues cuando llegué a consulta y les conté... los médicos no me dieron ninguna explicación, se emocionó mucho y pasó a felicitarme. Podrán llamarme loca pero... creo que mi padre tuvo mucho que ver, que él me dió el regalo que más quería para que pudiera llevar mejor su ausencia. Sino estuviera embrazada nada tendría sentido para mí... él era mi todo y se fue... él me dejó una vida para verme fuerte y luchando... para que viva todo lo que quería vivir y no pudo.

¿Cómo está siendo tu embarazo? Me refiero, no sólo a nivel físico sino a nivel psicológico también.

Duro en ambos aspectos... físicamente he tenido muchos síntomas desde el principio, y psicológicamente... imagínate pasar un embarazo tan deseado en dueño, añadidos a todos los miedos de una madre primeriza a la que le va a cambiar la vida; porque aunque llevemos años buscándolo cuando lo conseguimos también nos planteamos muchas cosas como si podré hacerlo bien, vendrá sano, cómo va a cambiar mi vida...

Y por último...¿os planteais intentar tener otro más adelante?

Bueno, hemos aprendido a vivir el presente y de momento estamos más que agradecidos por este bebé... así que vamos a disfrutarlo al máximo pensando que es un regalo único que nos dio la vida. Si algún día volvemos a intentarlo, no queremos que influya en nuestro ánimo y en nuestra vida con nuestro deseado hijo. Queremos ser felices y ese será el principal objetivo siempre.


Agradezco a Ana sus palabras y su entrevista, por contarnos una experiencia dura pues cuando ansiamos enormemente un embarazo y no llega es una experiencia horrible y devastadora. Aclaro que con este texto no se quiere dar a entender que puede darse un embarazo natural a pesar de que las técnicas artificiales fallen, o que hay que "relajarse" como muchos dicen para conseguir embarazo, para nada, porque yo, que he pasado por una FIV sé lo que duelen esos comentarios. En su caso sí ha logrado un embarazo natural pero en otros esto es imposible y deben continuar con técnicas durante mucho tiempo hasta conseguir el ansiado positivo. Mucho ánimo a las que estés en proceso de búsqueda que pronto llegará lo que más deseais.


Y si tu también crees que tienes una historia interesante que contar, algo que decir que puede ayudar a otras personas escríbeme a miarcoirisguerrero@gmail.com

jueves, 19 de abril de 2018

El dichoso ductus...

Tengo una manía enorme al ductus, palabreja que muchas mamas de prematuros conocerán y otras mamas de niños a término habrán podido oír por alguna ecografía. El ductus es una estructura necesaria durante la etapa fetal que conecta el sistema arterial pulmonar con la aorta, es como una puerta abierta que en los recién nacidos a término  se cierra sólo durante los 2-3 primeros días de vida pero que en el caso de prematuros extremos con pesos inferiores a un kilo, el 50% necesita algún tipo de tratamiento farmacológico o quirúrgico y que se recomienda iniciarlo durante los primeros días antes de que presente sintomatología y se detecte a través de una ecografía, motivo por el cual están pautadas tanto las cerebrales como las de corazón en momentos clave de la etapa del recién nacido prematuro.
David nació con ductus, bastante grande y fue una de las causas que generó el fatal desenlace. Pero es que Daniella también nació con el ductus abierto, aunque algo más pequeño pero mi obsesión con esta puertecita era enorme, más aún cuando ocurrió lo de David, por eso me alegré muchísimo cuando a los 4 días de vida de mi pequeña guerrera me aseguraron que con el tratamiento farmacológico (se utiliza para esto ibuprofeno y está empezando a verse resultados también con tratamiento con paracetamol)se había cerrado, algo menos por lo que preocuparse porque las consecuencias que trae son mayores problemas pulmonares (edemas por ejemplo como los que tuvo Daniella), mayor asistencia mecánica, mayor probabilidad de broncodisplasia y mayor índice de problemas neurosensoriales. Pregunté mucho, muchisimo si había alguna posibilidad de que se volviera a abrir, y me aseguraron al 100% que no se abriría que ya estaba completamente cerrado (varios médicos y enfermeras me lo dijeron) por lo que eliminé este problema de mi mente. ¿Os podéis imaginar mi sorpresa el día que me dicen que tienen que hacer una ecografía del corazón nuevamente porque sospechan que se abrió? Estaba alucinando porque en efecto se había vuelto a abrir y esta vez no era pequeño, era un "monstruo enorme" que limitaba el avance de mi pequeña y lo peor es que las condiciones en las que se encontraba en ese momento no eran favorables ni para tratamiento farmacológico ni para cirugía.
Lucharon mucho los médicos por estabilizarla, y consiguieron eliminar las contraindicaciones para dar otro ciclo de ibuprofeno que, ellos sabían que no iba a servir para nada pero no me lo podían decir porque Daniella aún no estaba estable y no había más opciones en ese momento. Tras el fracaso, mi guerrera sacó sus fuerzas nuevamente y se estabilizó. Parecía que no le pasaba absolutamente nada por lo que era el momento de intervenir, había que operar esa zona del corazón de la pequeña pero no se podía ni trasladar ni llevar a un quirófano por lo que vinieron los médicos del Hospital La Paz, el equipo del doctor Villagrá, reconocido cirujano pediátrico y que recomiendo enormemente, y tuvieron que hacer un quirofano en la misma uci neonatal aunque se trajeron sus instrumentos: un pequeño estuche igual que el de una caja de herramientas de las que se llevan en el coche. Recuerdo ese día como uno de los peores de mi vida. No me separé de la incubadora hasta que ya me mandaron fuera y todas las enfermeras me ayudaron, consolaron... entre llanto y llanto porque estaba francamente asustada. Lo único que me tranquilizó fue ver la tranquilidad de los cirujanos, hacían mucas de estas al día con una tasa elevadisima de éxito pero claro... cuando es tu hija los porcentajes te dan igual porque lo único que piensas es ¿y si sale mal?
Obviamente tuvimos que salirnos de la UCI pero teníamos un secreto, y es que desde una zona de descnaso podíamos ver la estancia sin problemas así que mientras la operaban, estaba mirando, observando las caras...y les veía tranquilos, sin prisa, sin preocupación... me ayudó a sobrellevarlo y aunque parezca mentira se me pasó muy rápido el tiempo. Finalmente vinieron, muy contentos, Daniella no se había desestabilizado en ningún momento, estaban alucinados con lo bien que se había portado durante la operación, no habían visto un caso igual en mucho tiempo ya que salió incluso sin medicación. Harían seguimiento durante una semana y después el alta por su parte. Después vendría el síndrome de abstintencia, otro edema pulmonar, la caída de la tensión...pero esa es otra historia.
A raíz de esto tengo claro que mi hija no sigue los patrones lógicos. La tasa de reapertura de ductus es bajisima, de un 15% como mucho, normalmente los bebes que son operados necesitan medicación para el post operatorio y ella a los 4 días estaba ya estupenda. Quiero acompañar este texto con una foto, que si bien no es bonita, es la que representa el momento que pude cogerla nuevamente por fin, después de haber estado 15 días con tubo para respirar, casi sin poder tocarla y por fin podíamos volver a cangurear...


domingo, 15 de abril de 2018

Bautizo y cumpleaños, ¿por qué son tan importantes para nosotros?

Se acerca el cumpleaños de Daniella y la verdad es que estamos todos muy ilusionados, ya va a hacer un año y va evolucionando favorablemente. Es cierto que aún tiene recorrido por delante, acaba de conseguir sentarse sola y el gateo no se prevé cercano aunque ya vaya adoptando la postura típica gracias a las clases de estimulación pero todavía queda pendiente las posibles secuelas psicológicas relacionadas con aprendizaje, emocionales...pero no nos adelantamos, iremos paso a paso.
Por un lado el cumpleaños es la celebración de su éxito, de su vida, algo que ni siquiera nos planteábamos inicialmente y a lo tonto, ya ha pasado un año; por otro lado, la celebración de su bautizo es la confirmación de que ya puede rodearse de niños o estar en sitios con gente, es el alta domiciliaria al menos en la época de verano (en invierno ya veremos como avanzamos), por eso reconozco que nos estamos volviendo un poco locos con todo esto. 

Cumpleaños

A la hora de organizar fiestas (que en mi casa somos muy fiesteros) nos gusta poner una temática concreta, en este caso de UNICORNIOS fue la clave y nos hemos puesto manos a la obra para conseguir que tenga una fiesta de ensueño sin que salga carisima.
En primer lugar es importante que en vuestra búsqueda se encuentren las páginas de Pinterest y Aliexpress porque podréis conseguir muchos descargables gratuitos en la primera y globos o demás material que os falte en la segunda a precios muy asequibles, pero ¡cuidado! que tenéis que ser previsores porque suelen tardar de media un mes más o menos. Si sois como yo que lo pensáis todo en el último momento he encontrado aquí platos, vasos... de distinta temática que creo tiene precios muy asequibles.
En cuanto a la tarta y comida eso que nos ahorramos porque lo vamos a hacer entre toda la familia, unos aperitivos y el típico picoteo de cumple, pero por supuesto la tarta será personalizada de unicornio que la hará la Abuela Arcoiris para la pequeña guerrera. Y por supuesto la ropa, que también será de unicornios porque mi niña, antes muerta que sencilla, y aunque inicialmente había pensado comprarle una corona con su número, me lo he replanteado porque esta loquita no aguanta muchas cosas en la cabeza así que le he comprado una ranita con un lazo a juego (a ver lo que le dura) en "La Canastilla de Emma" que descubrí por instagram y me ayudó con la elección porque tiene cosas muy bonitas, artesanales y desde mi punto de vista muy bien de precio porque además es algo que después me sirve para todo el verano.


BAUTIZO

En cuanto al bautizo aún no tengo clara la temática, pero sí tengo un par de ideas que llevaré a cabo y en cuanto tenga algo más definido os lo contaré. Una de las cosas tenía claro para este día es que quería algo que pudiese recordar toda la vida además de las típicas joyas que se regalan por eso le encargue una lámina de huellas, lo que se conoce como árbol de huellas para que todos los que vengan ese día puedan firmar en él con sus propias huellas, y lo tenga en su habitación siempre de recuerdo; para esto me ayudaron las personas que llevan BabyLaminas que tienen la opción de hacer el encargo con la lámina ya o sino digital para que puedas imprimirlo en una copisteria. En mi caso siempre que he contado con ellos para alguna lámina lo he hecho con el formato digital (ya me hicieron unas láminas para anunciarles a los tíos de Daniella que serían ellos los padrinos) y suelen ser muy rápidos, como mucho 24 horas por lo que viene bien para regalos de última hora como me suele pasar a mí (ahora mismo están ya con unas láminas preciosas para el día de la madre).
Por otro lado, quiero crearle una "Cápsula del tiempo" aunque no tengo muy claro aún que pondré dentro además de notas o dedicatorias escritas por sus familiares. La Cápsula del Tiempo consiste en un cofre o caja donde guardar cosas importantes del primer año de vida del niño (o del bautizo o de la boda) y que se cierra hasta una determinada fecha para que la persona pueda revivir o recordar todo lo relacionado con los objetos que encuentre. Otra opción para mamas que acaben de tener su bebé, que me parece muy tierna, es abrir una cuenta de correo electrónico para su hijo o hija y escribirle todos los días o semanas un email y al cumplir los 18 años darle la contraseña para que pueda leerlos y por supuesto emocionarse.


De momento no tenemos más organizado aunque os iré contando a través de mi cuenta de instagram, @mi_arcoiris_guerrero y si agradecería toda la ayuda o ideas que podáis dejarme en comentarios.
Como os digo siempre, si tenéis algo interesante que contar podéis escribirme a miarcoirisguerrero@gmail.com


jueves, 12 de abril de 2018

Mamá joven, mamá en el cielo


Las mamás que hemos tenido un parto prematuro o hemos perdido a nuestro bebé por el camino a menudo nos preguntamos si podríamos haber hecho algo, la culpabilidad nos invade e intentamos buscar explicación a algo que realmente no la tiene. El testimonio de hoy nos demuestra como ni siquiera la edad que parece tan importante en todo lo referente a la concepción puede salvarnos de sufrir estas pérdidas. Os recuerdo que si vosotras también queréis compartir vuestra historia podéis escribirme a miarcoirisguerrero@gmail.com o directamente a mi instagram sin más, os dejo la historia que hoy nos cuenta su historia Leila, una mamá en el cielo de 18 años:

Tengo 18 años y a pesar de mi juventud sé lo que es sentir el dolor más grande que puedas imaginar, el shock y la sensación de vacío ante la pérdida de un hijo porque yo perdí a mi bebé Noah, el 28 de Noviembre de 2017, estando de 23 semanas.
Los primeros dos meses de embarazo fueron muy duros por peleas con mi madre por mi bebé, sin embargo, después mejoró, mi bebé venía perfecto y yo estaba contenta porque iba a ser mamá; pero el 22 de Noviembre comenzó a estropearse todo. Tuve que ir a urgencias porque había empezado con contracciones y sangrado, pero los médicos no le dieron ninguna importancia porque consideraron que era sólo una infección urinaria y me mandaron a casa; sin embargo, estuve toda la noche con contracciones y a las ocho de la mañana al ser más fuertes y aumentar también el sangrado volví a urgencias, momento en el que decidieron ingresarme sin decirme por qué. Pasaron unas horas que parecieron días, yo continuaba igual y nadie me decía nada hasta que por fin me explicaron que tenía el útero bajo y debía guardar reposo absoluto al menos durante un mes. Era seguro que mi bebé nacería prematuro pero si aguantaba el tiempo que me habían dicho tendría más probabilidades de sobrevivir. Se plantearon hacerme una operación para levantar el útero, sin embargo había más riesgo de romper la bolsa y mi vida podría correr peligro por lo que decidieron esperar y ver si conseguíamos llegar a la meta que nos habíamos marcado.
El 27 de Noviembre me quitaron el Dulacipan, un mediamento para evitar las contracciones pero a las dos horas volvieron. Me bajaron a la sala y estuve allí toda la noche… a las 14.20 del día 28 rompí la bolsa y nació mi dulce angelito, Noah con 535g de peso. A mí me llevaron a otra sala después del parto, muerta de miedo e incertidumbre y deseando…esperando buenas noticias. A Noah se lo llevaron a neo, y aunque sé que luchó, que lo intentó porque era un valiente, a las 17.00 falleció por un paro cardio respiratorio. Mi mundo se vino abajo. El dolor de perder a un hijo no tiene explicación ni palabras posibles, sólo quién lo ha vivido puede entender realmente el vació inmenso que se apodera de ti. Yo entré con mi hijo en la panza con la esperanza de salir con él en brazos y sin embargo, salí con los brazos y el alma vacía. La tristeza inundaba mi cuerpo y aún hoy me cuesta mucho asumir que mi hijo ya no está conmigo. Sé que soy joven y que puedo tener más hijos, no es consuelo porque cada hijo es único e irrepetible. Mi primer hijo siempre será Noah, porque yo también soy mamá en el cielo.”




Podéis seguir mi día a día en mi instagram y si tienes algo que crees puede ser interesante para otras mamas puedes escribirme a miarcoirisguerrero@gmail.com

domingo, 8 de abril de 2018

¿Qué hacemos cuando mamá se satura?

¿Cuántas de vosotras deseabais tener hijos? Recuerdo cuando era pequeña que todas decían que querían ser mamas y yo no quería hijos, ni loca, recuerdo preguntarle a mi madre si me pasaba algo raro y ella, tan sabía me dijo que ese momento ya llegaría y así fue. Hace tiempo que sabía que quería ser madre, y quizás cuando nos dijeron de forma tajante que no podríamos de ninguna forma posible, las ganas aumentaron. Afortunadamente lo conseguí, aunque no de la manera que me hubiese gustado pero sí puedo disfrutar de mi pequeña Daniella, que aunque la adoro y la quiero con locura, que me encanta pasar tiempo con ella a veces también necesito oxígenarme, tener tiempo para mí sola como hacía antes de que nacieran. Soy consciente que no voy a poder disfrutar de la misma cantidad pero necesito desconectar del trabajo de madre, porque sí, es un trabajo más que llevamos las mujeres. 
En mi caso no trabajo porque tengo una reducción de jornada especial por la prematuridad de Daniella y a esto se le unen las restricciones que hemos tenido al menos hasta ahora para prevenir posibles enfermedades... el resumen de mi día era jugar con Daniella, un breve rato para comer (porque durante el día apenas duerme) y salir de paseo siempre las dos solas porque no podía juntarse con niños. A esta coctelera hay que añadir el estrés y cansancio emocional de haber pasado tres meses en la UCIN y el dolor de enfrentarme al fallecimiento de mi hijo... el resultado es un cóctel  de ansiedad con tintes de ira ocasional y tristeza reprimida. ¿Me pasa sólo a mí? Para nada, muchas madres me hablan de esa necesidad de tener un huequito al día o a la semana para ellas mismas, porque acaban con niveles altos de estrés, ansiedad o incluso algunas con rasgos de depresión y culpabilidad por sentirse así, por eso hoy os dejo unas breves recomendaciones para que intentéis encontrar vuestro espacio nuevamente aunque todas sabemos lo difícil que es:
  • No caigas en el bucle de negatividad: cuando nos encontramos tan estresadas nos agotamos emocionalmente y al final nos dejamos llevar por la corriente emocional, es decir, que seguimos cayendo en el pozo negro, para evitarlo hay que sacar esa fuerza de voluntad que aún tenemos y trabajar en nuestras conductas, buscar acciones que nos motiven y nos gusten: leer un libro, hablar por teléfono con una amiga... esto hará que nuestro cerebro descanse de la negatividad acumulada y vaya trasnformándolo en emociones más positivas o adaptativas para nosotros.
  • Haz deporte, de la forma que sea no necesitas apuntarte a un gimnasio. Por ejemplo, si tienes un bebé que está aún en el carro en el momento de paseo, ponte tus mejores deportivas y anda rapidito esto ayudará a que liberes endorfinas que harán que te sientas algo más contenta (las endorfinas se llaman comunmente las hormonas de la felicidad)
  • Busca vídeos de técnicas de relajación en youtube, te ayudarán a bajar la ansiedad y nervios acumulados durante el día.
  • Pide ayuda: muchas veces nos negamos a que nos ayuden los padres de las criaturas o los abuelos o alguien cercano pensando que deberíamos ser capaces de llegar a todo. No pasa nada porque alguna vez se ocupen de ellos, somos humanas y también nos cansamos.

Inténtalo y me cuentas pero recuerda, sólo hay una madre perfecta y esa eres tú para tus hijos, no llegarás a todo pero lo harás lo mejor que puedas y sepas y lo verás reflejado en sus sonrisas siempre. Tendrás momentos de encontrarte mal emocionalmente, no pasa nada, es normal no significa que seas mala madre sino que necesitas volver a recordar que además de ser madre, eres mujer. Lo estás haciendo muy bien.
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jueves, 5 de abril de 2018

Una valiente mamá de prematuro

Desde que empecé a escribir mi blog y abrí mi cuenta de instagram me he ido dando cuenta que las madres de bebés prematuros necesitamos hacer piña entre nosotros, una pequeña sub-tribu dentro de la gran tribu de la maternidad, por eso he ido conociendo a gente maravillosa, a madres luchadoras con experiencias únicas y que hoy os comparto. Gracias a Manoli de @mimamiesenfermera por compartir su historia, por intentar describir con palabras lo vivido durante su estancia en la UCI aunque las que hemos pasado por eso sabemos que las emociones, los miedos, la montaña rusa interna es muy difícil transmitir...

¿Cómo fue tu embarazo?¿Cuándo diste a luz?

Mi embarazo fue difícil desde el primer momento con varias complicaciones en diferentes etapas. Primero tuve dos amenazas e aborto en la semana 10  y 17 y después amenaza de parto prematuro en la semana 23. Finalmente Cristian nació el 11 de Mayo de 2015, de forma muy prematura, en la semana 28.

 ¿Cómo fue tu parto? ¿Qué provocó que tuvieras un parto prematuro? 

Me tuvieron que hacer una cesárea urgente después de 5 semanas hospitalizada en reposo absoluto. La bolsa amniótica llevaba rota todo ese tiempo y llegó un momento en el que mi vida y la de mi pequeño corrían peligro, hubo que sacarlo de urgencias por una corioamnionitis. Fue lo más traumático y doloroso que yo he vivido hasta ahora. Me arrancaron el alma en cuanto me sacaron a mi hijo y lo tuvieron que reanimar delante de mi. No puede disfrutar de un embarazo, ni siquiera sentirlo dentro, cuando de pronto tuvieron que separarnos. No fue justo.


¿Cuánto tiempo estuvo tu pequeño en la Uci neonatal? 

Estuvo 71 días con sus 70 noches. Fue algo muy triste jamás pensé que me pudiera tocar eso a mi, crees que no te va a tocar nunca pero te toca y no te queda otro remedio que luchar. 

¿Cuáles fueron los principales problemas que tuvo? 

Estar en la UCI es una montaña rusa de emociones y sentimientos pero también de complicaciones. Sin dudarlo el primer mes y medio fue lo peor porque no sabíamos si mi pequeño sobreviviria o no. Fue horrible. Yo jamás tuve la fuerza para preguntar si saldría adelante, tenía un miedo enorme a la contestación que pudiesen darme. Tampoco ningún neonatologo me dijo nunca que estuviese tranquila que mi hijo saldría adelante. Eso alli no se habla, no se puede hablar, porque lo mismo lo dejas bien y cuando llegas te encuentras que ha estado malísimo y viceversa. Aquello es luchar día a día sin descanso. Cristian en todo aquel tiempo tuvo de todo lo que un prematuro puede llegar a tener, no se libró de casi nada: problemas respiratorios, anemias, infecciones, principio de retinopatía, bradicardias, apenas, desaturaciones... 

¿Cómo recuerdas tú esos días? ¿Cuál era tu rutina diaria? 

Nuestro día a día se resumía en estar todo el día en el hospital, llegábamos por las mañanas a primera hora sobre las 11 h y nos íbamos sobre las 22h, nuestra vida estaba allí con él, allí hicimos la vida durante los 71 días. El primer día que salí de aquel hospital sin él creí que me moría, yo siempre imaginé llevarme a mi niño a casa a los dos días de nacer y me tuve que ir yo y él se quedó allí. Era muy doloroso dejarlo allí cada noche e irnos a casa, sentíamos un vacío enorme, fue una de las cosas más duras. Fue una época angustiosa con mucho miedo y dolor pero a pesar de ello no quiero olvidarme de todo aquello que vivimos porque estoy tremendamente orgullosa de cómo mi hijo luchó para vivir. La vida se lo puso muy complicado pero el salió como un campeón.


¿Quién fue tu máximo apoyo en aquellos momentos? 

Sin dudarlo su papá, fue mís pies y mis manos, y sinceramente no sé si hubiera podido con todo sin él. Caí muchas veces en el camino y él Fue el encargado de levantarme una y otra vez a pesar de que el estaba tan deshecho como yo. Fue mi pilar en esos momentos junto a mi familia.

¿Qué sentiste el día que le dieron el alta? 

Aquello fue una mezcla de alegría, felicidad y pánico. Aún recuerdo lo que sentí cuando salí por la puerta del hospital con mi bebé en brazos, me temblaban hasta las piernas. Estabamos muy emocionados. Fue el viaje en coche más feliz de mi vida. Ahora bien, por otro lado nos íbamos a casa y no teníamos el respaldo de sus enfermeras de neonatologia para guiarnos y ayudarnos en sus cuidados. Su papá y yo nos enfrentabamos juntos a nuestros primeros días en casa a solas con el. Y no fue fácil necesitaba ver constantemente el monitor de sus constantes vitales para ver que estaba bien pero rn casa no teníamos y costó bastante acostumbrarse a vivir sin el. Pero poco a poco fuimos cogiendo más confianza. 

¿Cómo ha sido vuestro día a día tras el alta? 

El primer año fue bastante duro, dos padres primerizos, inexpertos, con todo lo que habíamos tenido que vivir ya. El hospital nos destrozó porque estábamos muy cansados física y psicológicamente. Recuerdo que ya en casa las primeras semanas fue cuando empecé a encontrarme mal, sin ganas de nada, apatica, con cambios de humores y de ánimo, irascible, culpable por todo lo que mi pequeño había pasado, incomprendida... cuando nació Cristian el cuerpo es sabio y aunque estaba destrozada no pude venirme abajo porque él me necesitaba. Ya en casa, tranquilos y con nuestro niño fue cuando mi cuerpo dijo basta y caí, con el tiempo me  dí cuenta que tuve lo que se conoce como una depresión postparto y en aquellos momentos no me habia dado cuenta. Luego por otro lado los primeros meses fueron meses de muchas revisiones, de visitar muchos especialistas, muchas pruebas médicas... Y sobre todo de mucho estrés y agobios por lo que te fuesen a ir diciendo. Quieres que pasen los meses muy rápidos porque quieres ver si tu hijo está bien porque la sombra de las secuelas siempre te están persiguiendo. 


¿Crees que la gente entiende lo que implica que tu hijo sea prematuro? 

Sí es cierto que mucha gente sí que está a tu lado, apoyándote sin nada a cambio, respetandote en todo momento lo que quieres contar o no, no te juzgan, ni te hieren con comentarios, entienden que tu eres la dueña de tus tiempos. Pero luego esta la otra cara, gente que no solo no te respeta sino que además te juzga por como estas llevando TU DOLOR , por como estas actuando ante TU problema. Ni lo entienden, ni se ponen en tu piel, ni se dan cuenta de la gravedad del asunto, ni empatizan. Esto quien no lo vive en sus carnes no es capaz de imaginarse ni una migaja como nos hemos podido sentir nosotros. Y de todo lo que ello conlleva. 

¿Qué le dirías a una madre que esté ahora mismo en la UCI con su bebé? 

Bueno, no sé si yo tendría derecho a decirle algo a una mamá que esta viviendo todo ésto pero le diría que sea fuerte, que confie en los mejores profesionales que son los que cuidan a su hijo y que no haga caso a Nadie, que actúe como su Corazón y su mente le permitan actuar.  Que cuente lo que le apetezca y a quien le apetezca. 


¿Qué os queda de camino por recorrer? 

Este camino comenzó aquel 11 de mayo de 2015 y es un.camino largo, con muchos obstáculos porque esto no acaba cuando te dan el alta sino que acaba de empezar y el trabajo duro de estimulación y aprendizaje comienza cuando te vas del hospital. Estos niños necesitan un trabajo duro detrás de ellos, en casa. Nosotros no hemos dejado de trabajar con el desde que nació, lo normal es que los niños de forma espontanea aprendan a ir haciendo todo cuando va llegando la edad para hacerlo (sentarse, andar, hablar, comer, conocer las partes de su cuerpo, los colores...) éstos niños necesitan mucha dedicación, muchas horas con ellos enseñándole, estimulando porque ellos nacieron muy inmaduros y necesitan mas tiempo y mas dedicacion que los demás. Cada logro conseguido y cada pequeña cosa que hacen es algo que valoramos muchísimo y que otros padres no le dan ni importancia. 

¿Qué te ha enseñado ésta experiencia de parto prematuro y mamá de un bebé prematuro? 

Me ha enseñado muchísimo, a sacar fuerza de donde no sabía ni que la tenía, a que debo pensar más positivamente, que no debo prestar atencion a las cosas y personas que no merecen La pena, que la vida en una lotería y que nadie está exento de Nada, que con constancia y trabajo se pueden conseguir grandes cosas y que todo sacrificio merece la pena. 

¿Qué te aporta un bebé prematuro? 

La maternidad en sí te aporta una experiencia agotadora pero apasionante si encima has tenido que vivir todo esto con tu primer hijo es como un master que has adquirido en maternidad en tiempo record. Te da una madurez increible, reestructura tu escala de valores y  La naturaleza es muy sabía y conoce que padres son los mejores para un bebé gran prematuro. Ésto no es al azar. Dentro de todo lo malo que esta experiencia aporta, que es muchísimo, son niños muy grandes y muy especiales. Y yo me siento muy afortunada y orgullosa de mi bebé prematuro. 

 ¿Todos los bebés prematuros son iguales? 

En absoluto. Siempre se habla de bebés prematuros en general pero hay una clasificación en función de la edad gestacional en la que nacen, mientras menor sea la edad gestcional mayores problemas va haber. A mi Personalmente me molesta bastante cuando hay personas que dicen que sus hijos han sido prematuros y los comparan con el tuyo siendo su hijo de 33-34 semanas y el tuyo de 27-28 semanas. Es que no tiene nada que ver. Las complicaciones y secuelas que puede tener uno no es nada comparado al que puede tener el otro. Ni unos padres que están 3 meses en un hospital con su bebé se puede comparar al que esta 15 días. Es como si se comparan frutas con coches que no tienen nada que ver. Yo siempre digo "Ponte mis zapatos y luego hablas". Luego también están las típicas que te dicen que mal lo han pasado en su embarazo o parto cuando al final todo ha ido perfecto. Entiendo que para cada persona sus problemas son los más importantes pero hay que ser humilde y consciente de la suerte que se tiene cuando pasado lo que haya pasado en el embarazo y parto finalmente todo ha ido bien y a los dos días se han ido a casa con su bebe Sanisimo. No saben la suerte y lo afortunados que son. Yo hubiese dado lo que fuese porque mi hijo no hubiera tenido que vivir todo aquello. 

¿Crees que hay información y apoyo suficiente en todo lo relacionado con los bebés y partos prematuros? 

Existen muchísimas carencias y mucha falta de información con respecto a la prematuridad. Yo eché en falta un apoyo psicológico al que poder contar como me sentía y eché en falta información médica que me hubiera evitado muchos disgustos y ansiedad. 

¿Si volvieras atrás a vivir aquella experiencias que cambiarías? 

Viviría mi dolor como yo sintiera, quisiera o pudiera, sin mirar absolutamente nada ni nadie




Nuevamente tengo que agradecer a Manoli sus palabras no sólo porque nos transmite su experiencia sino porque me siento identificada al 100% con lo vivido y expresado. Gracias mamá guerrera.
Y vosotros si queréis seguir el día a día de mi pequeña prematura podéis seguirnos en mi instragram (@mi_arcoiris_guerrero) y si tenéis alguna historia de interés que queráis compartir podéis escribirme a miarcoirisguerrero@gmail.com

lunes, 2 de abril de 2018

El siguiente paso...

Quiero volver a ser madre, lo tengo claro. Quiero ir a por el tercer hijo, a por el que me quite todos los traumas, las espinitas clavadas que se me han quedado de mi primer embarazo. Quiero ilusionarme, sin miedos, disfrutar de mi bebé, sentirle, hablarle... Quiero una tripita de embarazada, que me cueste andar, que me cueste dormir... me da igual pero quiero volver a vivir la experiencia de ser madre desde la tranquilidad.
Quiero parir con mi marido al lado, que ese momento sea feliz y alegre y lo recuerde. Que la gente venga a visitarme con alegría y felicitaciones, no con tristeza y lagrimas. Que me traigan flores, tartas de pañales, bocadillos de jamón. Quiero lo que no he tenido aunque sea complicado.
Decía ayer en mi instagram que empieza Abril, mes de inicios, de volver a ilusionarnos, de empezar con alguna prueba médica, y aunque este intento sea más fácil pues no tenemos que volver a pasar por un ciclo de estimulación sigue siendo duro e impredecible. Tenemos tres pollitos congelados, y haremos tres intentos, nada de transferencia de múltiples, no queremos arriesgar pues a día de hoy creo firmemente que he tenido un parto prematuro por ser un embarazo gemelar. Los pollitos son blastos, uno de día 6 y los otros de día 5 aunque son buenos obviamente el mejor es el primero. Tengo mis dudas sobre el éxito de esta transferencia porque creo que la primera vez tuvimos mucha suerte, conseguirlo a la primera...pero volvemos a la lucha, aunque esta vez con un final claro: si no lo conseguimos en estos tres intentos, me quedaré con las ganas pero no quiero someterme a más ciclos de estimulación, a más hormonas y cambios de humor...
Empezamos con analíticas, me tienen que mirar bien el tiroides porque tengo hipertiroidismo subclínico, nada importante si se mantiene como hasta ahora pero necesario su seguimiento porque si se altera necesitaría medicación para conseguir lograr el embarazo. También toca citología para comprobar que todo este bien... y en Mayo... comenzamos a centrarnos en el endomterio junto con la celebración del cumpleaños de Daniella, el bautizo en Junio... muchos acontecimientos vienen pero los espero con ilusión.

Siendo sincera, el miedo no se ha ido, no le he abierto aún la puerta, pero estoy en ello, estoy invitándole a marcharse ya, para que cuando quiera decida irse...Daniella me ayuda, me da alegría y esperanza, es una pequeña niña milagro que ni los médicos esperaban que estuviese hoy con nosotros así que... aún con mis dudas, mis miedos, mis momentos de negatividad pienso...¿y por qué no?