lunes, 11 de febrero de 2019

¿Miedo al parto?

Parece mentira que después de haber pasado ya por un parto complicado (vaginal y cesárea de urgencias con sedación en algún momento) me encuentre ahora a días de mi segundo parto muerta de miedo y nerviosismo. Quizás es por lo aprendido en este último año, no sólo por mi experiencia personal sino por tantas mamás en el cielo con las que he hablado que me han hecho abrir los ojos y saber que no siempre sale todo bien; quizás es porque en el anterior no me dio tiempo a pensar en lo que iba a pasar, ni siquiera tenía en mente ese momento del embarazo... o quizás es porque prácticamente sé el día y la hora en la que se va a producir ese maravilloso encuentro.
Las que me seguís por Instagram ( @mi_arcoiris_guerrero ) sabéis que me provocan el parto en la semana 37 porque llevo con un cólico biliar y muchos dolores desde la semana 20 aproximadamente. Tengo que reconocer que por un lado me siento débil por no poder haber aguantado hasta que Alejandro quisiera nacer, fuese en esta semana en la 40 o en la 42; pero por otro lado tengo que ser lógica y consecuente con la situación, físicamente no estoy bien desde hace muchos meses (¿os imagináis que cada vez que comieseis algo tuvieseis un dolor insoportable en la boca del estómago o en el lado derecho? pues así llevo yo todo este tiempo), pero es que emocionalmente tampoco, sobre todo estas últimas semanas que están siendo una prueba dura de gestionar. Me siento poco útil, no puedo cuidar a mi hija sola y necesito estar bastante tiempo en reposo, no sólo por la amenaza de parto prematuro que tuve sino porque cuando hago esfuerzos el dolor es más intenso y me deja doblada de dolor, por eso creo que la mejor opción para evitar desgastarme más es provocar el parto en estas semanas (teniendo en cuenta que el digestivo inicialmente quería provocarlo y operarme en la semana 24 y después en la 34 o 35). Lo positivo es que hemos llegado a término, semana 37 ya está dentro de los límites que se consideran válidos, tiene buen peso y además partimos de las inyecciones de maduración pulmonar que pusieron en la semana 31. Todo positivo, pero el miedo no se va, al final, hay tantas cosas que pueden salir mal...
 
A pesar de todo, sé que él estará bien, gordito, fuerte, sano... pero tengo mis dudas sobre como estaré yo, cómo lo haré pues al final el momento de empujar sólo le corresponde a la madre, y claro, mucha gente me dice que me deje guiar por el proceso, que el cuerpo es sabio y sabrá lo que hacer pero ¿sabéis qué? no estoy tan segura porque en el anterior parto no supe cómo empezar. Es verdad que fue rápido y me dijeron que lo hice muy bien, pero ahora mismo siento que estoy bastante bloqueada, quizás también porque ese momento no lo vivo como algo bonito y trascendente como mujer sino más bien como un mero trámite para conocer a mi pequeño que, contra todo pronóstico, lleva dentro de mi nueve meses como todo un campeón.
Sea como sea, mis escritos como siempre me sirven para generar un poco de desahogo emocional, y el miércoles tendré la fecha exacta, ¿jueves o viernes? lo que valore la ginecóloga aunque sería bonito que naciese el 14 de Febrero, aunque no celebre San Valentín es una fecha rodeada de mucho amor ¿no?
Iré informando por mis redes sociales, mientras tanto y como siempre os digo, si tenéis alguna historia de superación o interés que queráis compartir no dudéis en escribirme a miarcoirisguerrero@gmail.com y en breve os contactaré; igual que continuaré en breve con las historias de "mamas en el cielo" que tengo pendiente pero por mi salud física me ha sido imposible poder sentarme a escribir de forma tranquila hasta ahora.