domingo, 18 de febrero de 2018

El giro que dio mi vida...

Volvemos con un testimonio nuevo, una mamá en el cielo a la que tengo la suerte de conocer y de saber de primera mano cómo sucedió todo. Ella es fuerte y valiente, igual que su marido y sé que muy pronto, cuando estén preparados, cuando su corazón esté preparado tendrán su bebé arcoiris porque se lo merecen de verdad, y porque tienen mucho amor que dar. No voy a decir que van a ser unos padres fantásticos porque para mí ya lo son. Vuestro campeón podrá jugar en el cielo con David siempre, se tendrán el uno al otro y jamás estarán solos.

Como puede cambiar tu vida en unas horas, minutos, segundos...

La primera vez que mi vida cambió fue cuando me enteré que estaba embarazada, mejor dicho, cuando lo confirmé porque yo ya sospechaba algo. De repente, te das cuenta que una personita, la más importante del universo, está creciendo dentro de ti, y entras en un mundo nuevo de alegrías y miedos.
Antes de la primera falta mi instinto me decía que estaba embarazada pero no quería ilusionarme aún. A los pocos días se confirmó, mi vida estaba empezando su gran cambio, iba a ser MAMÁ y con la alegría vino también todas las dudas y miedos del momento, ¿saldría todo bien? ¿sabré cuidar al bebé? ¿cogerle? ¿saber por qué llora?... y para que no me relajara demasiado, pasado el primer mes llegó el primer susto, comencé a sangrar y por supuesto a urgencias corriendo. Entendí el verdadero significado del miedo, no podía articular palabra, estaba bloqueada... solo pensaba en mi bebé en que estuviera bien y en que todo fuera un mal sueño. Me revisaron, me mandaron a casa con progesterona porque estaba todo bien y tan sólo tenía que hacer reposo relativo; y comenzó mi tregua.
Tranquilidad, ilusión, felicidad... pude sentirlos cuando el manchado se solucionó, el miedo ya no era tan fuerte y me atreví a comprar el carro y mirar alguna cosa, pero la realidad te golpea cuando menos te lo esperas y en la ecografía de la semana 20 mi vida volvió a tambalearse y agrietarse. Al principio todo estaba bien, me dijeron que era un niño y no os imagináis que alegría, creo que su padre y yo no podíamos estar más felices, ¿y él?¿mi pequeño? feliz dentro de mi, moviéndose y chupándose el dedito...y de repente mi burbuja se explotó... comenzaron los cuchicheos y la cara de preocupación de los médicos hasta que me lo dijeron... el cuello del útero se había borrado y estaba en 3.5 mm y la bolsa se podía tocar con los dedos. Me volví a paralizar mientras los médicos me explicaban la situación, datos médicos, cosas que debía saber pero que no podía terminar de procesar hasta que interrumpí al médico: "pase lo que pase, ¿mi bebé no va a nacer? le pregunté; NO, fue su respuesta, un gran NO que me heló el corazón. 
Me dejaron ingresada, con reposo relativo, tan sólo podía moverme para ir al baño y los médicos tan sólo podían controlarme. Estuve una semana ingresada más o menos, con contracciones, con subidas y bajadas al paritorio pero sin terminar de parir... hasta que al quinto día la bolsa se rompió aunque el corazón de mi campeón seguía latiendo con fuerza. Nosotros esperábamos un milagro pero los médicos lo tenían muy claro: un bebé en la semana 20 no es viable, no tiene posibilidades de sobrevivir y en el hipotético caso que lo consiguiese tu calidad de vida sería bastante mala. Nosotros no sabíamos que hacer, sólo queríamos despertar de esa horrible pesadilla y si tenía que pasar que fuese cuanto antes porque sin líquido el bebé empeoraría y como padres lo último que queríamos es que nuestro hijo sufriera en su partida.

No hubo milagro, mi campeón dejó de latir a los tres días, estaba de 21+2 
El parto fue durísimo porque mi cabeza era un remolino. Lo único que hacía era pensar en todas las cosas que no podría hacer con mi hijo: no podría besarle, no podría mirarle ni ir al parque con él... no podría decirle lo mucho que le amaba...y le preguntaba continuamente a mi marido buscando una explicación, ¿por qué a nosotros? ¿por qué a nuestro campeón?
Los dolores fueron inhumanos, sin epidural... sentía que me partía en dos, pero no sólo por los dolores físicos, también por los emocionales, esos... aún los llevo conmigo. Pude verle, y despedirme de él y todos los días desde ese momento le llevo en mi mente. Él fue mi primer hijo y no se olvida, por mucho que la gente quiera empujarte hacia delante todos tenemos nuestro tiempo. Por muchos hijos que yo tenga como me dicen por ser joven... mi campeón siempre será el primero.
Quiero seguir recordando sus movimientos dentro de mí, su suave carita, su cuerpecito... porque me queda el consuelo de haberle podido poner cara al menos. Aún no puedo decir que lo he superado, hace muy poco, y sólo intento aprender a vivir con el dolor y con el vació que me ha quedado en mi vida.
Siempre te llevaré en mi corazón mi campeón, aunque no pueda volver a tocarte, a abrazarte, a besarte...y aunque aún no tenga a mi bebé arcoiris, yo soy mamá en el cielo. Te quiero

Historia contada por Sonia



Si quieres contarme tu historia y que la publique de un aborto o muerte perinatal escríbeme a miarcoirisguerrero@gmail.com. Puedes seguirme también para conocer más de Daniella y de cómo es un bebé prematuro extremo en mi instagram: @mi_arcoiris_guerrero

3 comentarios:

  1. Uff... Le he dado una vuelta a tu blog y tengo la piel de gallina.
    Qué tremendo todo por lo que has pasado, al igual que estos papis de los que hablas.
    Tengo una amiga que siempre me dice que es imposible empatizar con la pérdida de un hijo si no lo has vivido y que ojalá nunca tenga que hacerlo.
    Soy Eva aka LadyCat de Yonocompropan MGZ, es que tengo esta cuenta de Google de un amago de blog se cocina que solo tuvo una entrada.
    Por supuesto, voy presta a votarte y me alegro mucho de que estos premios sirvan para conocer a gente como tú.
    Si vas al Blogger's Day, allí estaré.
    Muchos besos.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras de verdad.
      Es cierto que no se termina de entender lo que se siente cuando alguien no lo ha vivido, puedes empatizar pero no llegar a comprender el verdadero dolor porque es algo para lo que no se está preparado, uno nunca lo tiene presente. El blog es también un intento de visibilizar estas situaciones que es lo que llamamos duelo silenciado.
      Repito gracias por tus palabras

      Eliminar
  2. Uff... Le he dado una vuelta a tu blog y tengo la piel de gallina.
    Qué tremendo todo por lo que has pasado, al igual que estos papis de los que hablas.
    Tengo una amiga que siempre me dice que es imposible empatizar con la pérdida de un hijo si no lo has vivido y que ojalá nunca tenga que hacerlo.
    Soy Eva aka LadyCat de Yonocompropan MGZ, es que tengo esta cuenta de Google de un amago de blog se cocina que solo tuvo una entrada.
    Por supuesto, voy presta a votarte y me alegro mucho de que estos premios sirvan para conocer a gente como tú.
    Si vas al Blogger's Day, allí estaré.
    Muchos besos.

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