viernes, 12 de enero de 2018

Lactancia materna en prematuros

Numerosos estudios hablan de la capacidad que tiene el cuerpo para diseñar la leche especial que tu bebe va a necesitar según el momento del día, y esto en la prematuridad es un factor fundamental porque disminuye la morbilidad (enfermedades asociadas) y un fantasma que nos rondó durante toda la estancia en la UCI y de la que al final nos libramos: la enterocolitis necrotizante. La lactancia materna es complicada ya de base, molesta, genera mastitis, grietas… y en muchas ocasiones hay que ser muy perseverante para conseguir establecer una lactancia adecuada y exitosa, pero si hablamos de grandes prematuros la cosa se complica. Hay que recordar que no es lo mismo hablar de prematuros que de grandes prematuros, no sólo por su peso, sino también por su inmadurez neurológica y digestiva entre otras. Lo que a nosotros nos parece muy sencillo, masticar, tragar, respirar… realmente es muy complicado, y cuando tuve que enseñar a Daniella a comer descubrí que la acción de comer es muy compleja. Un bebe a término sabe comer, lo tiene ya establecido de forma innata, ya sea lactancia materna o artificial pero sabe cómo tiene que succionar (aunque pueda costarle), cuando tiene que respirar y cuando tiene que tragar; un prematuro extremo no, de hecho, inicialmente su alimentación es a través de sonda y mínima cantidad (Daniella empezó tomando por sonda 1cc de leche, y hubo que parar hasta en tres ocasiones para ponerla a dieta por las infecciones). Como ya sabéis, mis pequeños nacieron en la semana 25, y hasta la semana 34 no se les puede poner al pecho (o dar biberón) porque no van a ser capaces de succionar correctamente, y aún así hay que tener mucho cuidado y mucha paciencia. Es decir, que estuve más de 9 semanas usando un sacaleches sin nada de estimulación por parte de mi bebé, así que para mí establecer una lactancia materna exclusiva fue imposible ya que a esto se unía los altibajos emocionales propios de la situación. Mi comienzo con la lactancia fue sencillo y atípico, comencé con el sacaleches cada 3 horas, y ya en la primera extracción conseguí unos 20-30ml de leche, una cantidad importante para ser prematuros, haber tenido parte de cesárea y ser gemelar; pero es cierto que la subida de leche la tuve relativamente pronto, pues ya la primera vez que les conocí y vi a David empecé a manchar unas pequeñas gotas de leche. Con las cantidades que sacaba y lo poco que comía Daniella hice un buen banco de leche casero que permitió que mi ratona continuase algo más con leche materna. Estuve asesorada en todo momento por todo el equipo sanitario, pero en especial por una enfermera, Beatriz, que aclaraba todas mis dudas y tenía mucha paciencia conmigo, y todos me apoyaron en espaciar la estimulación 4 ó 5 horas pues la cantidad que tenía era importante y podía “relajarme” un poco, sin embargo, el problema llegó cuando empezó a tener problemas graves de salud Daniella, pues las tomas me las saltaba, no me apetecía dejar de tocarla o de estar en canguro para sacarme leche, y esto hizo que la producción descendiese, aunque después intenté volver a encauzarla fue realmente difícil y frustrante, entre otras cosas, porque había una gran presión al saber que mi leche era de vital importancia para la niña. Inicialmente probé con la cebada, tanto en pastilla como a través de cerveza 0,0 (recordad que la sin tiene algo de alcohol aunque sea mínimo) y no noté ninguna diferencia; aumenté el consumo de agua pues dicen que la ingesta de líquidos produce más líquidos, y probé a sacarme leche teniendo a la niña encima en canguro, y además de complicado fue inútil pues la cantidad de leche en vez de aumentar, disminuía. Por último y ante la frustración y desesperación que tenía probé, asesorada por las enfermeras con lo que llaman la “Extracción Poderosa” o también llamada tortura china: consiste en estar durante 48 horas estimulando y extrayendo leche durante 5 minutos de cada pecho, cada hora, noche incluida, agotador y aunque parecía prometedor se quedó en nada. Al final, tan sólo producía 240 ml en 24 horas, algo mínimo y que agotó las reservas de mi banco de leche por eso Daniella acabó tomando biberón. Tuvo suerte, porque dos meses exclusivos de sacaleches complican la lactancia y de hecho no conozco a ninguna mamá que prematuros extremos que consiguiese establecer lactancia materna exclusiva, como mucho, mixta ya que ante la dificultad que tienen los prematuros para engordar es importante complementar con alguna toma de fórmula para evitar pérdidas de peso y en las que son sólo con leche materna hay una parte de la toma que se realiza con biberón pues el bebé tiende a cansarse al estar al pecho. La satisfacción que me queda es que aunque fueron pocas veces, Daniella pudo ponerse al pecho para realizar succiones no nutritivas y aunque es una espinita que llevaré clavada siempre, sé que hice lo que pude hasta que mi cuerpo dijo basta; por eso no creo que el fracaso en la lactancia con grandes prematuros se deba únicamente a falta de asesoramiento o de apoyo por parte de los profesionales médicos, sino más bien a las circunstancias, en especial a la imposibilidad de poner al bebé al pecho para que estimule que es realmente lo único que aumenta la producción. Si sois mamás de prematuros o mamas que habéis tenido dificultades con la lactancia, me encantaría escuchar vuestras historias y cómo conseguisteis o no establecer la lactancia materna.

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