martes, 1 de octubre de 2019

Porque te sigo recordando...

Yo no sabía que este mes tenía un significado para tantas madres... antes de aquel 13 de Mayo pensaba que los bebes que fallecían eran muy pocos y normalmente tenían muchos problemas de salud; pensaba que los abortos sólo se producían en el primer trimestre y que al final como no se conocía a ese pequeño conjunto de células no dolía apenas... y cuando mi mundo dio un giro completo descubrí que a veces, porque sí y de la forma más injusta, los bebes mueren y que cuando una sabe que está embarazada y que va a ser mamá esas pequeñas células que ya crecen dentro de ti son lo más importante de tu vida...
Ya han pasado dos años desde que mi pequeño se fue, y aunque muchos recuerdos de aquella noche los tengo en mi mente como fragmentos de una película cortada, esos fragmentos los siento y los vivo exactamente igual que el primer día... es más... cada historia de una mamá en el cielo o mientras escribo estas líneas, las lagrimas corren por mi cara pues el dolor me sigue acompañando a pesar de haber conseguido formar una familia preciosa en este tiempo, para mí, siempre me faltará el pedacito de corazón que él se llevó consigo al cielo.
Fue valiente y generoso, vino y se fue para dar vida a su hermana pues ella necesitaba nacer y él no se lo quiso impedir para no dañarla y sabía que ella necesitaría ese empujón extra por eso cuando se fue, se quedo con ella, siempre le acompaña y es que aún siguen unidos y esa luz tan especial que todo el mundo ve en Daniella no es más que su hermano haciéndose visible a través de mi guerrera.
Los primeros tres días en la uci son muy confusos en mi mente, sin embargo, recuerdo como el 12 de Mayo pude tocarte durante una hora, pude sentirte y "jugar" contigo mientras me cogías el dedo con tu pequeña manita...recuerdo alegrarme cuando te desentubaron, cuando nos dijeron que parecía que ibas mejorando aunque quedase camino: no necesitabas tanto oxígeno, tu glucosa mejoraba y tu neumotorax estaba resuelto. Recuerdo no derrumbarme durante esos tres días, pero esa noche, como si mi subconsciente supiera algo que yo aún no sabía lo hice, lloré, lloré lo que no había llorado en el momento del nacimiento, lloré hasta quedarme dormida...
Recuerdo la puerta abrirse de golpe, uff.. como me acompañó ese sonido durante los meses siguientes... y es que mi corazón se salía de mi cuerpo cada vez que alguien entraba de repente a una habitación... sólo me dijeron que fuera, que algo no iba bien y corrí por el pasillo con mi cesárea, mis puntos y como pude hasta llegar a la uci donde vi a todo el equipo médico rodeándote, reanimandote, con mil pitidos alrededor... recuerdo como nos dijeron lo que pasaba, como mi madre intentó preguntar y buscar alternativas y fui yo quien le dije que no había nada que hacer, que se había ido... recuerdo que me preguntaron si quería cogerle y yo no supe que hacer porque en ese momento me sentía vacía... pero no es una frase hecha, si alguna vez lo has sentido sabrás de que te hablo, es simplemente no sentir absolutamente nada dentro de tu cuerpo o tu mente. agradeceré enormemente a la doctora que me aconsejó cogerle y que se fuera entre mis brazos, creo que no me hubiera perdonado nunca que se fuera solo en la incubadora. Recuerdo hablarle, recuerdo darle las gracias por haberme permitido ser su madre, pedirle que me permitiese ser madre aquí, en este mundo junto a su hermana... recuerdo besarle y abrazarle... y su cara, su preciosa cara redondita también la recuerdo...
Gracias al cariño con el que me trataron todos los profesionales esa noche pude hacer mi duelo, me permitieron todo lo que necesité y más, guiándome y apoyándome...por eso es tan importante un buen protocolo de actuación ante estos casos porque en nuestra pasividad y estado de shock cómo nos guíen puede hacer una diferencia abismal.
Ese día no pudiste despedirte de mi... había demasiado ruido alrededor, por eso sé que lo hiciste al día siguiente, a la misma hora que te fuiste, las 02.30 de la mañana, me despertaste y lo sentí, y simplemente fue tu adiós en un momento en que yo pudiera escucharte...

0 comentarios:

Publicar un comentario